La semana pasada tuvimos la lamentable información del suicidio de unos de los cocineros más admirados del mundo por sus particulares opiniones ante la comida y la cocina, sus viajes, sus entrevistas, apreciado por su estilo amable, desenfadado y una actitud que lo hacía ver relajado, siempre disfrutando de lo que hacía. El pasado 8 de junio Anthony Bourdain nos sorprendió con la noticia de que se había quitado la vida.
Semanas antes la diseñadora de moda Kate Spade había hecho lo mismo y, previamente, nos quedamos estupefactos por la muerte del DJ Avicii, por su juventud y por la forma como dicen que sucedió su muerte, él también se quitó la vida. Los tres sucesos hacen recordar casos de famosos como el actor Robin Williams, el diseñador Alexander McQueen o la escritora Virginia Wolf, entre muchos otros.