Constantemente estamos leyendo en las redes, viendo en eventos, asesorías a empresas o a emprendedores conceptos como ‘haz que tu producto emocione’, ‘branding emocional’ y similares pero, ¿cómo estamos percibiendo y tratando la emoción?.
Recurrentemente tengo la duda de si estamos refiriéndonos a la emoción como un concepto material, o como algo que a todos nos es comúnmente positivo, atractivo, fácil de interpretar y por ende nos engancha, sin entrar en mucho detalle de parte de aquel que ofrece lo emocional.